La Cueva de los Tayos es un laberinto de túneles y galerías subterráneas.
Los Zunquis son una civilización intraterrena encargada de la reprogramación del consciente izquierdo de la humanidad. Esta civilización trabaja la sensibilidad evolutiva, activando el segundo rayo del amor-sabiduría. Guardan los registros que existen en las cuevas y conocen todos los laberintos intraterrenos físicos, por donde se transportan de retiro a retiro.
En 1.978 Pedro Ignacio Porras Garcés realizó una expedición a la Cueva de los Tayos; bajó a 60 m por el boquete y de allí avanzó 300 hacia el interior, encontrando dos sepulturas en la piedra con restos funerarios de los zunquis. Uno de los cuerpos estaba compoletamente pintado con oro.
También encontró conchas muy parecidos a las de Cerro Narrío
y cinco spondilius que dieron una data de 3.600 años.
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